-
Arquitectos: Tadao Ando Architect & Associates
- Año: 1989
-
Fotografías:Flickr: Buou, Flickr: Naoya Fujii, Flickr: Antje Verena
Descripción enviada por el equipo del proyecto. A las afueras de Osaka, Japón, en el pequeño pueblo de Ibaraki, se encuentra una de las emblemáticas obras de arquitectura de Tadao Ando, la Iglesia de la Luz. En ella, la arquitectura se relaciona con su entorno natural a partir del enmarque. La luz ingresa al oscuro recinto de forma controlada, transformándose en el elemento protagonista. Fue construida el año 1989, en reemplazo de una antigua iglesia católica. El proyecto involucraba la renovación de todo el sitio, la construcción de la iglesia era solamente la primera etapa. El resto de las etapas fueron terminadas el año 1999, siguiendo el diseño de Ando.
La Iglesia de la Luz, es una obra que se mueve en la dualidad. Es el juego entre lleno/vacio, luz/oscuridad, movimiento / serenidad, lo que le da sentido a la propuesta. El espacio interior se relaciona con su entorno a partir del contraste. La luz ingresa al recito desde ranuras perfectamente dimensionadas, que no solo funciona como “ventanas”, sino que también actúan de forma compositiva, generando una cruz que le da un sentido simbólico al espacio. La cruz iluminada se transforma en un ornamento. La naturaleza es enmarcada con sutileza, solo se divisan ranuras del verdor del exterior, manteniendo la serenidad del espacio interior.
La pequeña iglesia de hormigón, es muy distinta a los clásicos modelos. Su interior se encuentra desprovisto de los típicos ornamentos. La preocupación por la calidad constructiva es primordial. La luz ingresa sin impedimentos, a través de limpias ranuras. El edifico destaca por la simpleza con que se resuelven los distintos elementos. Simpleza que va de la mano con un importante trabajo de diseño y construcción.
“In all my works, light is an important controlling factor. I create enclosed spaces mainly by means of thick concrete walls. The primary reason is to create a place for the individual, a zone for oneself within society. When the external factors of a city’s environment require the wall to be without openings, the interior must be especially full and satisfying.”
–Tadao Ando